En origen, esta cocina era un espacio totalmente cerrado, pero desde el primer momento los propietarios tuvieron claro que querían evitar la compartimentación. El reto para Bulthaup Barcelona Bach 7 fue, en consecuencia, diseñar una cocina práctica y elegante, que potenciara el diálogo con el resto de la casa y que se integrara a la perfección en el salón-comedor.
“Se trata de una cocina abierta, que invita a compartir el tiempo con la familia y los amigos. También nos interesaba que tuviera mucha personalidad ya que es la estancia a la que mira la entrada de la casa”, cuenta Rosa Monferrer, interiorista de Bulthaup Barcelona Bach 7, encargada del proyecto.
Aunque el nogal ha sido la madera utilizada para las piezas principales de mobiliario, también tienen una importante presencia dos prácticos materiales empleados para las encimeras: el acero inoxidable y el Dekton, una superficie ultracompacta. La alta tecnología está presente en esta cocina, además, de la mano de los electrodomésticos, de las marcas Gaggenau, Miele y Novy.
La cocina incluye dos series de Bulthaup, el sistema b2 y b3. El banco de trabajo con zona de cocción y el módulo taller de almacenaje pertenecen al sistema b2; el mueble suspendido con zona de aguas y la zona de columnas con los electrodomésticos integrados, emplean el sistema b3. Se añadió asimismo un mueble bufet flotante, que da continuidad al espacio en la zona de comedor.
Distribución abierta. “La cocina es un espacio vital en las casas, no solo para cocinar, también para reunirse, conversar, leer… Una estancia abierta fomenta esta interacción, al estar integrada con el resto de la casa y mejor conectada con las personas que viven en ella”, explica Rosa.
Una cocina sin muros permite ganar espacio a la vez que multiplica la sensación de amplitud y luminosidad. ¿Algún inconveniente? Obliga a que seamos muy ordenados, al quedar siempre a la vista.
Materiales. Nogal, acero inoxidable, Dekton negro y madera lacada en blanco son los materiales protagonistas de esta cocina. “La zona de columnas, en laca blanca mate, integra los electrodomésticos. Queríamos que los módulos quedaran totalmente integrados en la pared y con este recurso lo conseguimos”, cuenta Rosa. “Además, construimos una puerta a medida que lleva al lavadero y que ayuda a mantener esa continuidad”, añade. El suelo es parqué de roble: el mismo pavimento que se ha empleado en el resto de la vivienda.
Primer elemento clave: el módulo taller. Los dos elementos clave del espacio son el banco de trabajo central y el módulo-taller, donde se puede guardar todo lo que se utiliza regularmente en la cocina (vajilla, utensilios, pequeños electrodomésticos, especias, ingredientes, etc).
El armario, de 1,87 m de altura, se abre a la hora de cocinar y, sin necesidad de cajones, permite tener lo esencial a mano. La organización interior se estudió al detalle, con un sistema flexible de contenedores y recipientes: ganchos, tarros de especias, soportes para cuchillos e, incluso, para notas y recetas.
Segundo elemento clave: el banco de trabajo. El modelo elegido es el Bulthaup b2 en acero inoxidable y nogal macizo, que incorpora una placa de inducción total y una plancha de teppanyaki, ambos de la marca Gaggenau. Con ello, se ha integrado la cocción en la isla y se ha conseguido orientar las vistas al salón, evitando tener que cocinar contra la pared.
El plano de trabajo en la zona de aguas está realizado en Dekton, un material de última generación desarrollado por Cosentino, no poroso y muy práctico. “Lo elegimos en negro –cuenta Rosa–, para que la encimera quedara asimismo integrada con las ventanas”. El fregadero y la grifería, por su parte, son de Bulthaup.